No tome taxis desde la calle.
Sobre el tema de los taxis, no los saques de la calle. Por un lado, ellos podrían estar más inclinados a cobrarle más o podrían no ser un verdadero conductor de taxi. La Ciudad de México es particularmente infame por haber llevado a cabo secuestros rápidos en los cuales usted es llevado a varios cajeros automáticos y se le hace retirar todo su dinero durante el transcurso del día. Alternativamente, los taxistas pueden llevarte a callejuelas desconocidas y acabarás siendo asaltado. Honestamente, sólo apégate a Ubers.